El mundo de las especias es tan diverso como apetitoso, y cuando se trata de dar sabor y color a tus platos, dos nombres destacan: el Pimentón hecho en la vera y el Paprika. A simple vista, podrían parecen similares, pero una mirada más profunda revela alguna que otra diferencia aunque sean lo mismo. Hoy, exploraremos la distinción entre estos dos condimentos y por qué el Pimentón hecho en la Vera destaca:

¿Cuál es su origen?

El Pimentón es auténtico de la región de La Vera, en Extremadura, España. Su legado se remonta siglos atrás. El origen del pimentón se remonta a la época precolombina, cuando los pimientos eran cultivados en América Central y América del Sur. Con la llegada de los españoles a América, los pimientos fueron llevados a Europa y se convirtieron en un ingrediente muy popular en la cocina mediterránea. Fue en el siglo XVI cuando el pimentón llegó a Extremadura, a través de los monjes Jerónimos, que lo trajeron desde el continente americano. Estos religiosos se establecieron en el Monasterio de Guadalupe, en la provincia de Cáceres, donde comenzaron a cultivar los pimientos para elaborar el condimento. Con el tiempo, el pimentón se convirtió en uno de los ingredientes fundamentales de la cocina extremeña, y en particular de la famosa sopa de tomate con pimentón, que es uno de los platos más emblemáticos de la región. Hoy en día, el pimentón es uno de los productos más reconocidos y apreciados de Extremadura. Este condimento se elabora a partir de los pimientos cultivados en la comarca de la Vera, que se secan al humo de encina y se muelen para obtener un polvo de gran calidad y sabor. Para ser más exactos, una vez preparado el terreno, se comienzan a plantar las plantas de pimiento. Esto suele suceder a partir del mes de mayo, aproximadamente. Normalmente, se riega por aspersión, aunque también por gravedad y por goteo. Por otro lado, el Paprika es un término general utilizado para describir varias variedades de pimiento molido que se cultivan en diferentes partes del mundo. Podríamos diferenciar tres tipos: el básico (sin mucho sabor, sirve para dar color), el húngaro (un poco más intenso) y el español con sus 3 variedades, dulce, agridulce y picante.

El secado como punto clave

La distinción más notable entre el Pimentón hecho en la Vera y el Paprika radica en el método de secado. La Esencia de la Vera se seca mediante la exposición a humo de leña de encina o roble, lo que le otorga su característico sabor ahumado. Este es el resultado de un proceso completamente artesanal. Por otro lado, el Paprika se seca al sol o en secadores eléctricos, lo que le da un perfil de sabor más suave.

Variedades y Sabor

El Pimentón hecho en la región de la Vera se produce en tres variedades principales:
  • Dulce: Suave y delicado. Este pimentón aporta un toque sutil a tus recetas sin abrumar los otros sabores.
  • Agridulce: es la estrella en la cocina verata y gran desconocido en el resto de la geografía. Su sabor es similar al dulce pero más intenso y sin toques de picor y además el color es algo más oscuro que el dulce.
  • Picante: Lo que hace que este pimentón sea picante es la presencia del alcaloide capsaicina, que le proporciona su característico picor. Si te gusta un toque audaz y un poco de calor en tus platos, el Pimentón Picante es tu elección.
Cada variedad posee un perfil de sabor único con la presencia de un toque ahumado. En contraste, el Paprika también viene en diferentes variedades, como el Paprika húngaro o el español, con una gama de sabores que varían desde el dulce hasta el picante y sin el punto ahumado.

Versatilidad dentro de la cocina

Ambos condimentos pueden ayudar a tus platos, pero si es cierto que el Pimentón elaborado en la Vera destaca por su sabor distintivo y su capacidad para aportar un toque ahumado que lo convierte en un complemento ideal para alimentos como el chorizo, el pulpo a la gallega o las paellas En última instancia, ambas especias tienen su lugar en la cocina. Aunque ambos condimentos poseen el mismo origen la realidad es que difieren mucho. Gracias a sus cualidades y a su labor y proceso artesanal, el pimentón ha pasado a no ser solo un condimento si no a ser una parte esencial de la cocina regional, de la tradición extremeña y ahora se consolida como un producto español que triunfa en el mundo.